Tendinitis rotuliana: qué es y cómo la aborda la fisioterapia

La tendinitis rotuliana, también conocida como rodilla del saltador, es una lesión frecuente en personas que practican deportes con saltos repetitivos, como el baloncesto, el vóley o el CrossFit. Pero no es exclusiva de deportistas: también puede aparecer en personas con desequilibrios musculares, sobrecargas o alteraciones en la técnica de entrenamiento.

¿Qué es exactamente la tendinitis rotuliana?

Se trata de una inflamación o degeneración del tendón rotuliano, que conecta la rótula con la tibia. Este tendón soporta grandes cargas cada vez que saltamos, corremos o incluso subimos escaleras. Cuando estas cargas son excesivas o mal gestionadas, el tendón se irrita y aparece el dolor justo por debajo de la rótula.

¿Cuáles son los síntomas?

  • Dolor en la parte frontal de la rodilla, justo debajo de la rótula
  • Empeora con la actividad física, sobre todo al saltar o bajar cuestas
  • Sensación de rigidez o debilidad
  • En fases más avanzadas, el dolor puede estar presente incluso en reposo

¿Cómo ayuda la fisioterapia?

La fisioterapia es clave para tratar la tendinitis rotuliana, tanto en fases agudas como crónicas. El enfoque se adapta según la fase en la que se encuentre la lesión:

1. Reducción del dolor y control de la carga

En las primeras fases, el objetivo es calmar el dolor y evitar que el tendón siga sobrecargándose. Esto puede incluir:

  • Terapia manual para relajar estructuras asociadas (cuádriceps, fascia lata, etc.)
  • Electroterapia o técnicas como el ultrasonido, la electrólisis percutánea (EPI), la radiofrecuencia (INDIBA) si están indicadas
  • Adaptación del entrenamiento, sin dejar de moverse: ¡reposo absoluto no es la solución!
2. Reeducación del tendón con ejercicio terapéutico

Cuando el dolor permite trabajar más intensamente, se introduce un programa progresivo de ejercicios:

  • Ejercicios isométricos (sostener sin mover) para disminuir el dolor y empezar a activar el tendón
  • Ejercicios excéntricos (controlar el descenso) y pliométricos (saltos) cuando ya se toleran cargas mayores
  • Trabajo de fuerza en cadera, core y tobillo para corregir compensaciones
Sentadilla Isométrica
3. Vuelta al deporte

El objetivo no es solo eliminar el dolor, sino volver a entrenar con seguridad y sin recaídas. Para ello, se entrena:

  • Técnica de salto y aterrizaje
  • Control motor y propiocepción
  • Gradualidad en la carga, con seguimiento profesional

¿Y si ya llevo tiempo con molestias?

En casos crónicos, la fisioterapia sigue siendo eficaz, pero es fundamental tener paciencia. A veces el tendón no está inflamado, sino degenerado (tendinopatía), y necesita una recuperación más estructurada y constante. Un fisioterapeuta puede guiar el proceso y evitar errores comunes como volver demasiado pronto o no hacer el ejercicio adecuado.


En resumen

La tendinitis rotuliana no debe ignorarse, pero tampoco significa que debas dejar de entrenar para siempre. Con un enfoque individualizado, la fisioterapia te ayuda a recuperarte, reforzarte y volver al deporte con confianza. Si tienes molestias en la parte baja de la rodilla, ¡no lo dejes pasar!

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